jueves, 11 de diciembre de 2008

Mi confrontació con la docencia

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA


Cuando egresé, el 18 de agosto de 1995, del Instituto Tecnológico de La Paz me interesó el primer anuncio de oferta de trabajo. Era par impartir cursos de informática a público en general y asistían personas desde los 5 años hasta 70 y desde entonces me encantó el hecho de ver como se iluminan los ojos de una persona cuando aprende algo valioso y que puede aplicar.
Cuando ingresé a trabajar a la SEP en 1998 me di cuanta que es distinto el nivel de exigencia de la sociedad y autoridades cuando se evalúa formalmente o más frecuentemente informalmente los resultados que nuestra labor diaria.
La confrontación con la docencia se da desde el enfoque psicológico y sociológico. Al inicio de cada curso nos vemos afectados debido, entre otros factores, a los siguientes:
Falta de coordinación docente de las autoridades. Nos entregan un temario sin dar oportunidad de elegir las materias en las que te sientas más capacitado. Y en cuanto entregan las cargas académicas, ahora es responsabilidad del docente toda la función escolar. Parece entonces que los responsables administrativos desaparecen de la institución y aparecen solamente los que reportan inasistencias de profesores, atienden reportes a alumnos y entregan calificaciones.
La capacitación en aspectos que la dirección considera las adecuadas y que generalmente no se toma en cuenta a la academia, absorben el tiempo que se asigna para que el docente elabore su planeación detallada de los cursos.
La sociedad culpa a los docentes, y solamente a ellos, por el bajo rendimiento escolar de sus hijos.
No se realizan evaluaciones serias de la actividad docente para plantear acciones de mejora al profesor y las autoridades no tienen con que fundamentar sus acciones, y quedan solo las mejores intenciones de lograr los indicadores que se exigen nacionalmente.
La confrontación que cada quien tiene con la docencia puede ser vista desde varios enfoques, pude ser una verdadera pelea diaria por no querer hacer lo que estoy obligado a hacer por un contrato o una confrontación positiva debido a querer cambiar todos los días para mejorar lo que hago y desear mejores resultados para quienes planeo mis clases y a quienes dedico todos los días mi tiempo. Estoy convencido que la segunda opción es la que me llevará a disfrutar de esta hermosa actividad diaria.
Confrontar significa hacer frente a dificultades. Estas dificultades docentes deben salvarse con el conocimiento de lo que realizo, es decir, del conocimiento de teorías del conocimiento, de didáctica del aprendizaje, del dominio de temas que imparto, de saber como reaccionan y sienten las personas a las que enseño, pero sobre todo de reflexión verdadera sobre la actividad que he elegido.

Saludos a todos

1 comentario:

  1. Cierto compañeros todos tenemos experiencias semejante, por que como el presente pensaba cuando estaba estudiando la licenciatura que cuando egresara de esta lo más probable era incorporarse al septor productivo y como ven no fue así debido a ciertas circuntancia por las que uno atravieza en el transitar por nuestro camino.

    ResponderEliminar